Esta es una historia que conté varias veces en los cursos que di, y tiene como protagonista al FIH Master Coach Marc Lammers. Lammers es un entrenador holandés multi-premiado, y uno de los mejores en los últimos 20 años. Como todos, en algún momento fue un entrenador joven, lleno de energía pero con errores.
Soy Pablo Mendoza, Director de Cursos Hockey y de A Hockey World, y esta es una de las historias preferidas que te va a dejar una enseñanza para poder comunicarte mejor con tu equipo.
Lammers decía que en sus primeros días como entrenador de Holanda, el usaba demasiada energía para hacerse entender. Le explicaba las tácticas, estrategias y jugadas a sus jugadora durante mucho tiempo, con largos discursos. Para asegurarse de que recibieran el mensaje, él solía preguntar: «¿Entendieron todas?».
Por supuesto todas decían que si para evitar quedar mal. Sin embargo, a la hora de jugar, cometían siempre los mismo errores, los cuales supuestamente habían sido cubiertos durante la charla.
Él creía que las jugadoras no querían escuchar y se distraían fácilmente, que no lograban concentrarse. En consecuencia, comenzo a hablar más fuerte, con un tono más agresivo, severo y confrontativo. Desafortunadamente, eso no ayudó sino que empeoró las cosas.
En ese momento Lammers decidió consultar con un profesional de comunicación y oratoria. Lammers creía que la culpa era de las jugadoras, que no hacían el esfuerzo por entenderlo, que no eran lo suficientemente inteligentes y que eso las hacía malas. El profesional en comunicación le dijo muy claramente que la culpa era del entrenador y no de las jugadoras.
La comunicación tiene 3 elementos básicos: Emisario – Canal de transmición y Receptor del Mensaje. El emisario (entrenador) tiene las responsabilidad de enviar el mensaje una manera que pueda ser entendido por el receptor.
El ser humano tiene la capidad de absorber:
- El 10% de la información que escucha.
- El 35% de la información que observa.
- El 55% de la información que escucha y observa.
- El 70% de la información que puede recibir y reformular.
- El 90% de la información que puede recibir, reformular y ejecutar con resultados positivos.
Lammers concluye esta historia diciendo que esto le abrió los ojos. Remplazo sus largos discursos y monólogos con charlas con preguntas abiertas: «Les hice reformular mis estrategias y creé espacio para el diálogo y la interacción.
No solo entendieron mejor mis conceptos sino que también comencé a comprender sus preocupaciones, de las cuales pude aprender mucho. A partir de entonces tuve una coincidencia perfecta entre lo que se habló antes del juego y lo que finalmente se ejecutó en la cancha».